martes, 18 de junio de 2013

El V.A. de las maestras de La Vallina

Hay noches de luna, de luna intensa con olor a mar y color de chocolate, donde uno, subido a algún pequeño promontorio frente a Luanco, escucha los ruidos del silencio. Ruidos relajantes que animan a quedarse quieto, o ruidos inquietantes que como a un sonámbulo te llevan hasta tu presencia.

La otra noche, ese viaje inconsciente, era amenizado por preciosas melodías. Yo quería llegar a ese sitio, donde estaban The Beatles, Bob Dylan, Suzanne y Antonio Vega (que no fueron ni primos ni hermanos),  Los Rodríguez, Tom Petty y muchos más.
De repente me encuentro en medio de un pequeño antro ¡Cuánta gente, qué buena música, menudo ambiente! En el escenario veo a la culpable de mi sonámbulo paseo. Es Mercedes,  ya saben la maestra de llingua, con su grupo Mersol and the Artichokes, una sorpresa muy grata. De casualidad me encuentro a una colega… de profesión, que como yo estaba encantada con la voz, la puesta en escena, la música, etc.
Ahí es donde empezamos a hablar de V.A. ya saben, el valor añadido que algunas personas tienen. En el caso de Mercedes, una vocación musical bien correspondida con su buen saber hacer en el escenario. No se imaginan los aplausos, vítores y flores que su público echaba a la banda.


Seguimos hablando, no del IVA sino del VA, y a colación, sin darnos cuenta, estábamos charlando de nuestra compañera Tere, ya saben la tutora de 4º A, y su habilidad casi mágica de contar cuentos, en la que sufre una metamorfosis, que va desde actriz hasta incluso cantante. Fruto ello no sólo de una capacidad innata envidiable, sino del esfuerzo y del trabajo bien hecho; su imaginación para convertir un huevo de coser calcetines, incluso un cubo multicolor en los objetos del mayor concurso de puesta de huevos del reino de las gallinas; la búsqueda por tiendas incluso de chinos de una gallina, que no es tal sino un gallo, que Tere convierte muy sabiamente en hembra con sus brillantes ideas, e incluso su propia caracterización con sombreros de abuelas y pendientes “ochenteros”.
En fin, con todo lo dicho nos damos cuenta que estamos rodeados de mucho talento en La Vallina, y que nos sentimos en la necesidad de escribirlo  para dar constancia de ese V.A. que pocos tienen la suerte de presenciar.
Asi que aquí nos hemos unido dos afortunados para compartirlo con ustedes, en la magia del viernes inconsciente de la noche, e incluso del día en el mundo de los cuentos y de la música.

Belén F. G./ Ángel Bárcena

No hay comentarios:

Publicar un comentario